MIPS es el acrónimo de Multi-Directional Impact Protection System (sistema de protección contra impactos multidireccionales) y representa una tecnología innovadora que puede utilizarse para equipar cascos con distintos fines.

Mips® se diseñó para hacer más seguros los cascos en situaciones de impacto oblicuo, tanto en deportes recreativos y al aire libre (escalada, ciclismo de montaña y motociclismo) como en el lugar de trabajo. En términos prácticos, Mips® es una capa móvil que se integra en el interior del casco de seguridad, cerca de la cabeza. La capa deslizante no está fijada de forma rígida, sino que puede moverse hacia delante y hacia atrás entre 10 y 15 milímetros. En caso de impacto lateral, esta amplitud de movimiento permite que el diseño del casco desvíe las fuerzas de rotación actuantes de la cabeza y el cerebro del usuario mediante un movimiento de deslizamiento.

Los cascos de seguridad equipados con Mips® ofrecen, por tanto, un mayor nivel de protección al usuario que los cascos convencionales.

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Entonces vea el siguiente vídeo:

VER VÍDEO: CÓMO EL SISTEMA REDUCE LAS FUERZAS DE ROTACIÓN QUE ACTÚAN SOBRE EL CASCO 

¿En qué tipo de situaciones pueden producirse fuerzas de rotación?

En las zonas en las que el casco es obligatorio, el mayor peligro suele encontrarse en las alturas. Concretamente, en forma de caída de objetos. En principio, estos objetos pueden golpear el casco del usuario de tres formas distintas:

1. Viniendo verticalmente desde arriba, golpean el centro del casco (impacto axial).
2. Si el objeto viene verticalmente desde arriba, el casco recibe el impacto lateralmente y, por tanto, fuera del centro del casco.
3. El objeto impacta en el centro del casco pero tiene una trayectoria oblicua: viene de lado.

El primer caso descrito es el único en el que la fuerza aplicada no provoca un movimiento de rotación. En comparación con los otros dos, este caso también suele ser la excepción.

Además, nos gustaría señalar la posibilidad de caídas, que también suponen un riesgo en terrenos irregulares, embarrados o resbaladizos. Si el usuario tiene la mala suerte de sufrir una caída, el casco puede chocar o golpearse contra un obstáculo, como un bordillo o una cresta. En este caso, también se producirán movimientos de rotación, que pueden trasladarse a la cabeza.

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Cascos convencionales

Los cascos convencionales se diseñan y prueban para impactos rectos y relativamente centrales, lo que se ajusta claramente a la norma DIN EN 397. Sin embargo, la realidad es que, en la mayoría de los casos, el impacto es lateral o tiene una fuerza de acción oblicua, lo que da lugar a un impulso de rotación que, por supuesto, puede transmitirse a la cabeza. Los cascos convencionales son excelentes para absorber el impacto, pero transmiten en gran medida la fuerza de rotación.

Cascos de seguridad con Mips

El sistema Mips® complementa la absorción de impactos de un casco convencional con su capacidad para desviar también las fuerzas de rotación de la cabeza. Si se produce un impacto oblicuo en el casco o un impacto vertical que golpea el casco en el lateral, la capa móvil de baja fricción garantiza que solo la calota exterior del casco soporte la mayor parte del impulso rotacional, mientras que la calota interior recibe el movimiento rotacional pero con una fuerza significativamente menor, lo que a su vez reduce el impacto sobre el usuario.

El cerebro suele reaccionar más sensiblemente a los movimientos de rotación que a los lineales, porque tiene una resistencia al cizallamiento similar a la del agua o el gel. Cuando el movimiento de rotación hace que diferentes partes del cerebro se desplacen de forma desfasada entre sí, el tejido puede estirarse, lo que provoca conmociones cerebrales y otras lesiones cerebrales.

El movimiento de rotación es una causa frecuente de conmoción cerebral y lesiones cerebrales más graves por un impacto oblicuo en la cabeza. El sistema Mips consiste en una capa de baja fricción que se fija en el interior del casco. Esta capa de baja fricción está construida de tal manera que se desliza ligeramente en el casco en caso de accidente, de modo que las fuerzas pueden dirigirse lejos de la cabeza. Por tanto, debería contribuir a reducir el riesgo de lesiones cerebrales.

El líquido cefalorraquídeo es nuestro sistema natural de protección que permite al cerebro moverse de forma compensada con el cráneo.

Cuando vosotros y su equipo se equipan con los innovadores cascos Mips®, proporcionan un considerable nivel de seguridad adicional al reducir significativamente el riesgo de lesiones craneales y cerebrales.